restaurantes
Barcelona, 2006
El proyecto nace de la idea de crear un espacio donde la fusión de diferentes cocinas interactúe con el mercado. La disposición de las cocinas viene dada por la voluntad de integrarse en el conjunto de la obra de Miralles-Tagliabue. La cubierta de las paradas se prolonga hasta cubrir las cocinas; conectando visualmente ambos espacios y potenciando la gran cubierta que engloba todo el conjunto.
La intención proyectual del almacén se resuelve con un lenguaje de mercado, donde todo el producto se expone a la vista, con una gran estantería de madera que también reprende el concepto de despensa y además, hace de filtro visual entre el cliente y la calle.
La vegetación presente en este espacio interior, evoca a los productos de la huerta, de cultivo, reforzando la idea del producto fresco, natural. De un espacio vivo. Y además, ayuda a organizar el espacio central del comedor.
Dirección creativa: Tarruella - López
Responsable: Ricard Trenchs, Laura Muñoz
Colaboradores: Isabel Rodriguez
Superficie: 527,50 m²
Cliente: Grupo Tragaluz
Fotografo: Eugeni Pons
Diseño grafico: Mario Eskenazi
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PUBLICACIONES
VIVIR LA VANG.
Pg. 8
2008
WOMAN 181
Pg. 103
2007-10-26
VIA INT. 10
Pg. 26
2007-06-22
REST. MAG. 136
Pg. 115
2007
ON DISEÑO 278
Pg. 132
2006
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VIVIR LA VANG.
Pg. 8
2008
WOMAN 181
Pg. 103
2007-10-26
VIA INT. 10
Pg. 26
2007-06-22
REST. MAG. 136
Pg. 115
2007
ON DISEÑO 278
Pg. 132
2006
Restaurantes
Barcelona, 2006
El proyecto nace de la idea de crear un espacio donde la fusión de diferentes cocinas interactúe con el mercado. La disposición de las cocinas viene dada por la voluntad de integrarse en el conjunto de la obra de Miralles-Tagliabue. La cubierta de las paradas se prolonga hasta cubrir las cocinas; conectando visualmente ambos espacios y potenciando la gran cubierta que engloba todo el conjunto.
La intención proyectual del almacén se resuelve con un lenguaje de mercado, donde todo el producto se expone a la vista, con una gran estantería de madera que también reprende el concepto de despensa y además, hace de filtro visual entre el cliente y la calle.
La vegetación presente en este espacio interior, evoca a los productos de la huerta, de cultivo, reforzando la idea del producto fresco, natural. De un espacio vivo. Y además, ayuda a organizar el espacio central del comedor.
Dirección creativa: Tarruella - López
Responsable: Ricard Trenchs, Laura Muñoz
Colaboradores: Isabel Rodriguez
Superficie: 527,50 m²
Cliente: Grupo Tragaluz
Fotografo: Eugeni Pons
Diseño grafico: Mario Eskenazi
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