oficinas
Bilbao, 2016
La premisa principal de nuestra participación en este proyecto era transmitir los valores de la empresa en de su nueva sede de Bilbao.
La seriedad, profesionalidad y honestidad, así como, de su gran experiencia y conocimiento dentro de su sector se mezclaron con la implementación de las nuevas tecnologías al servicio de sus clientes para crear un espacio atemporal pero con proyección de futuro.
El local ocupaba planta y media de un emblemático edificio en el centro de Bilbao.
El reto del proyecto era poder conectar interiormente estas dos plantas aportando luz natural y crear una zonificación por departamentos que permitiera las conexiones visuales entre ellos pero garantizara la privacidad de los clientes que visitaran las nuevas instalaciones.
Gracias a la ubicación de los diferentes elementos dentro de la oficina se consiguió delimitar de una forma bastante clara las zonas destinadas a los clientes y las zonas destinadas a los trabajadores, sin necesidad de cerrar completamente los espacios. Se decidió dejar la zona de clientes y dirección próxima a la fachada principal con las mejores vistas y cerca del acceso. A ambos lados se articulaban los dos departamentos principales.
En lo referente a las circulaciones dentro de la oficina, el recorrido principal se proyectó dando la vuelta al núcleo de escalera y patios del edificio. Además, se decidió conectar ambas plantas mediante una escalera interna de nueva construcción, para evitar así la dependencia de la escalera general del edificio y ofrecer más comodidad a los clientes de la empresa.
Una de las necesidades de nuestro cliente era la de poder disponer de un número considerable de salas de reuniones de un tamaño reducido. En el proyecto se decidió ubicar todos estos despachos y salas de dirección en la fachada más privilegiada del edificio, de este modo se aprovechaban las mejores vistas al centro de la ciudad, y se consiguió una buena iluminación natural. Esta solución también permitió articular dos grandes espacios abiertos de trabajo en las fachadas que dan a las calles laterales. Finalmente, la medianera del edificio se utilizó para ubicar allí los servicios.
Igual de importante que la ubicación de estas salas de reuniones y despachos era la necesidad de que estas tuvieran intimidad visual y acústica, pero que a la vez fueran suficientemente transparentes para conectarlas con el resto de la oficina y potenciar la continuidad del espacio. Esto se consiguió mediante un sistema de mamparas de cristal donde se intercalaron unos muebles exentos a modo de biombo que garantizaron privacidad entre salas y tenían la función de mueble contenedor. Estas mamparas combinan la transparencia con vidrios color fumé y vidrios de tonalidad marrón. También se colocaron vinilos de corte opal y unas celosías de lamas de madera de mongoy delante de las mamparas del pasillo para garantizar esta privacidad.
Es interesante remarcar la utilización del techo de la oficina como nexo de unión entre las diferentes estancias de ésta. Se proyectó un techo de lamas de madera de roble tintado que, desde la entrada de la oficina y acompañando el recorrido principal, ocupa una parte importante de la superficie de la oficina y además permite ocultar la mayor parte de las instalaciones. Por el contrario, las zonas próximas a fachada, se construyó un techo fonoabsorbente a mayor altura que potencia la continuidad del espacio, da confort acústico al conjunto y recupera prácticamente la altura de forjado original.
En general, se buscó una imagen atemporal y sobria, según los valores de nuestro cliente, dando más relevancia al uso que a la pura estética de los elementos que conforman el proyecto.
En cuanto a la elección de materiales nos decantamos ya desde el principio por elementos constructivos tradicionales en el norte de España: maderas reutilizadas de roble y mongoy, mármol marquina, hierro, etc. Esta materialidad sigue la línea y coherencia marcada por la arquitectura del edificio. La estética deseada permitía conjugar una imagen clásica renovada con soluciones constructivas muy tradicionales y con materiales nobles combinados con novedades tecnológicas y una imagen de futura evolución de la empresa, para que los clientes de toda la vida se sientan confortables y reconozcan el estilo de siempre en las nuevas oficinas.
Dirección creativa: Tarruella Trenchs
Responsable: Mariona Guàrdia
Colaboradores: Núria Martínez, Núria Calderón, Laura Fernández
Superficie: 976 m2
Fotografo: Meritxell Arjalaguer
< Atras
PRENSA DIGITAL
www.hicarquitectura.com
2017-05-02
Oficinas en Bilbao
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Oficinas
Bilbao, 2016
La premisa principal de nuestra participación en este proyecto era transmitir los valores de la empresa en de su nueva sede de Bilbao.
La seriedad, profesionalidad y honestidad, así como, de su gran experiencia y conocimiento dentro de su sector se mezclaron con la implementación de las nuevas tecnologías al servicio de sus clientes para crear un espacio atemporal pero con proyección de futuro.
El local ocupaba planta y media de un emblemático edificio en el centro de Bilbao.
El reto del proyecto era poder conectar interiormente estas dos plantas aportando luz natural y crear una zonificación por departamentos que permitiera las conexiones visuales entre ellos pero garantizara la privacidad de los clientes que visitaran las nuevas instalaciones.
Gracias a la ubicación de los diferentes elementos dentro de la oficina se consiguió delimitar de una forma bastante clara las zonas destinadas a los clientes y las zonas destinadas a los trabajadores, sin necesidad de cerrar completamente los espacios. Se decidió dejar la zona de clientes y dirección próxima a la fachada principal con las mejores vistas y cerca del acceso. A ambos lados se articulaban los dos departamentos principales.
En lo referente a las circulaciones dentro de la oficina, el recorrido principal se proyectó dando la vuelta al núcleo de escalera y patios del edificio. Además, se decidió conectar ambas plantas mediante una escalera interna de nueva construcción, para evitar así la dependencia de la escalera general del edificio y ofrecer más comodidad a los clientes de la empresa.
Una de las necesidades de nuestro cliente era la de poder disponer de un número considerable de salas de reuniones de un tamaño reducido. En el proyecto se decidió ubicar todos estos despachos y salas de dirección en la fachada más privilegiada del edificio, de este modo se aprovechaban las mejores vistas al centro de la ciudad, y se consiguió una buena iluminación natural. Esta solución también permitió articular dos grandes espacios abiertos de trabajo en las fachadas que dan a las calles laterales. Finalmente, la medianera del edificio se utilizó para ubicar allí los servicios.
Igual de importante que la ubicación de estas salas de reuniones y despachos era la necesidad de que estas tuvieran intimidad visual y acústica, pero que a la vez fueran suficientemente transparentes para conectarlas con el resto de la oficina y potenciar la continuidad del espacio. Esto se consiguió mediante un sistema de mamparas de cristal donde se intercalaron unos muebles exentos a modo de biombo que garantizaron privacidad entre salas y tenían la función de mueble contenedor. Estas mamparas combinan la transparencia con vidrios color fumé y vidrios de tonalidad marrón. También se colocaron vinilos de corte opal y unas celosías de lamas de madera de mongoy delante de las mamparas del pasillo para garantizar esta privacidad.
Es interesante remarcar la utilización del techo de la oficina como nexo de unión entre las diferentes estancias de ésta. Se proyectó un techo de lamas de madera de roble tintado que, desde la entrada de la oficina y acompañando el recorrido principal, ocupa una parte importante de la superficie de la oficina y además permite ocultar la mayor parte de las instalaciones. Por el contrario, las zonas próximas a fachada, se construyó un techo fonoabsorbente a mayor altura que potencia la continuidad del espacio, da confort acústico al conjunto y recupera prácticamente la altura de forjado original.
En general, se buscó una imagen atemporal y sobria, según los valores de nuestro cliente, dando más relevancia al uso que a la pura estética de los elementos que conforman el proyecto.
En cuanto a la elección de materiales nos decantamos ya desde el principio por elementos constructivos tradicionales en el norte de España: maderas reutilizadas de roble y mongoy, mármol marquina, hierro, etc. Esta materialidad sigue la línea y coherencia marcada por la arquitectura del edificio. La estética deseada permitía conjugar una imagen clásica renovada con soluciones constructivas muy tradicionales y con materiales nobles combinados con novedades tecnológicas y una imagen de futura evolución de la empresa, para que los clientes de toda la vida se sientan confortables y reconozcan el estilo de siempre en las nuevas oficinas.
Dirección creativa: Tarruella Trenchs
Responsable: Mariona Guàrdia
Colaboradores: Núria Martínez, Núria Calderón, Laura Fernández
Superficie: 976 m2
Fotografo: Meritxell Arjalaguer
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